Un quirófano debe tener una iluminación fiable y versátil, que proporcione luz fría con colores naturales con lámparas de muy larga duración para que puedan llevar a cabo operaciones de manera eficiente.

Las lámparas LED de quirófano son fuentes de luz óptimas para aplicaciones quirúrgicas.

Alta intensidad luminosa para pequeña/mediana cirugía: 30.000 ‑ 60.000 LUX, para cirugía mayor: 60.000 ‑ 100.000 LUX.

La temperatura de color: entre 4000 y 5000 K

Deben tener el diámetro del campo luminoso regulable y una misión de calor reducida, con distribución armónica de luz y sin proyección de partes sombreadas.